jueves, 2 de diciembre de 2010

Ante María del Adviento

En este tiempo de Adviento quiero regalarte María estas humildes palabras, que son mi oración para este Santo tiempo en el que el Señor viene a nosotros una vez más.

Madre de la Esperanza,
capullos del rosal de diciembre,
llena de gracia,
porque te abriste al Creador
y diste a Luz al Amor,
ayúdanos a vivir este Adviento
como tú viviste el pimero.
Madre de la Esperanza
vientre a Dios abierto,
con aquel Fiat, el tuyo,
haz que aprovechemos este Adviento
para abrirnos al que viene
y no le cerremos, un año más,
las puertas de nuestro corazón.
Madre de la Esperanza,
siempre peregrina,
siempre en camino,
para llevar la gran alegría
de sentir al Enmanuel
muy dentro de ti
haz que este Adviento
nos pongamos en camino,
abandonemos nuestra comodidad,
y si es preciso, la mesa de la Nochebuena
para salir al encuentro
de Aquel que en tus entrañas,
ya nos llama, ya nos espera
desde estas primeras horas
de este nuevo Adviento.
Madre de la Esperanza
con los ojos siempre abiertos
mirando a los vecinos,
para ver que pudiera faltarles
has que este nuevo Adviento
en medio de la crisis,
no seamos egoístas,
no busquemos solamente
nuestra propia felicidad
sino que nos hagamos,
portadores del que viene,
como cada año
en la Noche de Diciembre
acerca al hombre a Dios.