A lo largo de la historia, en la sede de San Pedro, se han ido sucediendo los sucesores de la Cabeza de la Iglesia.
El 17 de octubre de 1.978, el Conclave reunido en Roma, tras la prematura muerte de Juan Pablo I, elige a Juan Pablo II, su sucesor, es un Papa polaco, un papa que va a romper muchos mitos y moldes de la figura, que se tenía del sucesor de Pedro hasta entonces, es el Papa de los records, el Papa viajero, el Papa que más encíclicas ha escrito a lo largo de la historia, el Papa que más santos ha subido a los altares, uno de los pontificados más largos de la historia de la Iglesia. Se le conocía por muchos nombres: el Papa de los Jovenes, el Papa viajero, o el Papa de María.
Este último nombre es con el que nos quedamos en este blog, Juan Pablo II fue un gran místico, que apróximo a la figura de María. Su pontificado esta jalonado por multitud de palabras y hechos en torno a la Madre del Salvador. Era un gran devoto de la Virgen María, y un gran devoto del Santo Rosario, en todos sus viajes apóstolicos a lo largo del mundo, tenía dos actos que no podían faltar: su encuentro con los jóvenes y su encuentro con María, así recorrio el mundo, hablando a los jóvenes y hablando con María, los jóvenes le daban su fuerza física, María su fuerza espiritual. Al inicio de su pontificado, en su escudo, aparece ella, y aparece en el lugar que el Evangelio la dio: "Junto a la Cruz del Hijo". Su lema "Totus tuus". Es una ofrenda a la Señora: "Todo tuyo María". Este eslogan miles de personas lo gritamos a lo largo del mundo: Totus tuus, no nos dabamos cuenta, entonces, que no decíamos: todos tuyos Juan Pablo II, sino todos tuyos María. Así el Papa, ofrecía, en cada una de su visitas, en cada uno de sus encuentros el mundo a la Madre.
Juan Pablo II oraba y oraba mucho. Su oración predilecta era el Rosario, el mismo lo decía. A traves del Rosario entraba en contacto con Aquella que tuvo la suerte de llevar en sus entrañas la Salvación del Mundo. Una de sus últimas cartas hablaba sobre el Rosario de la Virgen María. Él transformo el Rosario, hasta él solo había quince misterios divididos en tres grupos: Gozosos, Dolorosos y Gloriosos. El nos invito a meditar un nuevo grupo los Luminosos.
Son abundantes las palabras que Juan Pablo II dirigio a María, pero son abundantes las reflexiones que podemos hacer de su mano en el Santo Rosario. Juan Pablo II va a tener un papel muy importante en este blog, sus palabras nos van a acompañar en los misterios del Santo Rosario, sus reflexiones nos van a permitir en muchas ocasiones meditar en cada uno de los misterios de esta oración mariana.